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Los Alérgenos Alimentarios

Si dispones de un negocio relacionado con el ámbito alimentario, ya vas a saber que en los últimos tiempos se ha incidido enormemente en la relevancia de tratar adecuadamente los alérgenos alimentarios y acrecentar las cautelas. Conforme diferentes estudios, más o menos un tres por ciento de los adultos y un seis por ciento de los pequeños padecen algún género de alergia de carácter alimenticio.

Hoy disponemos de una mayor cantidad de información y estamos considerablemente más mentalizados sobre la necesidad de extremar las cautelas, mas incluso de esta manera prosigue siendo un tema que produce cierta polémica y que no está totalmente claro para muchos.

En manipulador-de-alimentos somos de forma perfecta siendo conscientes de la relevancia que tienen y de lo esencial que resulta tratarlos apropiadamente, por este motivo ahora te contaremos qué son los alérgenos alimentarios, las diferencias que existen con las intolerancias, cuáles son las alergias más frecuentes, etcétera

Asimismo ofrecemos un curso online de alérgenos alimentarios en el que se tratan todos y cada uno de los aspectos y los puntos más esenciales que se deben tomar en consideración para poder amoldar cualquier establecimiento, haciendo hincapié en las fichas de control y la cartelería informativa.

Qué son y de qué forma aparecen

Lo habrás oído en infinidad de ocasiones mas posiblemente no tengas totalmente claro qué son los alérgenos alimentarios. Hacen referencia a unas substancias por norma general inocuas que resultan perjudiciales y que se muestran como una amenaza para nuestro sistema inmunológico, haciéndole perder su confiabilidad y que no funcione como debería, generando alergias y también intolerancias que pueden resultar verdaderamente perjudiciales.

Con la implantación de la Ley de Información Alimenticia de alérgenos (catorce diciembre dos mil catorce), cualquier establecimiento en el que se sirvan alimentos debe informar de forma obligatoria a sus clientes del servicio como a las autoridades pertinentes, de la presencia de un total de catorce alérgenos: cereales con gluten, crustáceos y productos hechos a base de mariscos, huevos, pescados, cacahuetes, soja, leche y todo tipo de lacteos, mostaza, apio, frutos secos y/o cualquier alimento que contenga trazas de mostaza, granos de sésamo, dióxido de azufre, sulfitos, altramuces y moluscos.

Es esencial informar adecuadamente a fin de que cualquiera pueda prevenirse y no padecer los efectos de esta clase de alergias, que actúan activando la segregación de moléculas en el torrente sanguíneo y provocando síntomas como erupciones, inflamaciones labiales, náuseas y fatigas, dolores de estómago, vómitos, diarreas, etcétera.

Qué diferencia existe entre la alergia y la intolerancia

Lo frecuente cuando padeces cualquier clase de síntoma anormal relacionado con la nutrición, es proclamarlo de manera automática como alergia, mas la verdad es que esto es un fallo, puesto que en la mayor parte de casos estas reacciones aparecen más por una intolerancia alimenticia.

Una alergia acostumbra a hacer reacción prácticamente en el instante en el que se ha ingerido el alimento en tanto que afecta de forma directa al sistema inmunológico, al tiempo que una intolerancia acostumbra a tardar más tiempo en manifestarse debido a que no atañe a nuestro sistema inmune.

Qué afirma la UE

La UE no tiene una cura como tal para tratar las alergias alimenticias, por esta razón se ponen tantos sacrificios en lograr que una persona no ingiera un alimento que contenga alérgenos que pueda provocar reacción. Por esta razón es obligatorio para cualquier establecimiento informar correctamente de la presencia de los catorce alérgenos primordiales, para reducir los posibles peligros y acrecentar la seguridad.

También, los manipuladores van a deber adquirir los conocimientos precisos para prevenir la polución de los alimentos. Se van a deber guardar separadamente los productos que contengan substancias alérgenas de los que no las tengan; emplear diferentes aparejos y superficies para su manipulación, etiquetar de forma conveniente las comidas, etcétera Una serie de medidas y cautelas que deben transformarse en hábitos de trabajo para eludir posibles fallos y así prevenir futuros peligros para la salud.